lunes, 16 de agosto de 2010

“Merecimiento”

Empezar a recuperarnos significa saber que merecemos las cosas buenas de la vida, las relaciones sanas, la gente con buenas intenciones, una vida con paz, un trabajo bien remunerado y en fin; “una calidad de vida emocional”.
El creer que merecemos tiene que surgir desde lo más profundo de nuestro ser.
Juan llego a consulta y empezó a hablar. Hablo de una familia de 11 hijos y el siendo el séptimo, de una familia conservadora y en cierta medida del campo, hablo de su divorcio y de cómo trato a su ex mujer, como lo había tratado a él su madre-fríamente, con abandono- porque nunca me abrazaba y me decía cuanto me amaba- hablo de sus deseos de sentirse querido, hablo de sus esfuerzos por hacer cosas para los demás y de no sentirse apreciado”.
En realidad era claro que no tenía frente a mí a un hombre de 53 años sino a un niño de 9 años. Hablamos en psicoterapia de cómo él estuvo privado de amor de niño y de como él aprendió a privarse de amor, como si no mereciera ser amado. Entro en relaciones donde lo abandonaban y donde abandono emocionalmente.
Nunca es suficiente....
Nunca logramos lo que los demás esperan de nosotros. . . . ¿Te suena familiar?
En las familias disfuncionales el amor propio depende de la aceptación de los demás, pareciera que no mereciéramos más que solo si damos gusto, pero en ciertas familias no se da gusto nunca son las famosas paradojas donde “hagas lo que hagas, pierdes” hagas lo que hagas nunca es suficiente y no te mereces el premio, nunca viene el reconocimiento.
Nosotros merecemos y ellos no tienen la llave nosotros se las dimos. Ellos ya no tienen la llave ni son los dueños de nuestro estado de ánimo y de nuestro amor a nosotros mismos. la vida ya no es una montaña rusa, que sube y baja dependiendo de los demás.
Merecemos aceptación y amor independientemente de que las cosas nos salgan bien o mal, de que demos gusto a los demás o no, ¡Seguimos teniendo el mismo valor¡.
Se nos educo para ser complacedores de gente. Quizá no se nos dio permiso para complacernos a nosotros mismos, para confiar en nosotros mismo, y para elegir un curso de acción que demostrara autoconfianza. Tomar en cuenta las necesidades de otras personas, es parte importante de nuestras relaciones. Tenemos responsabilidades para con los amigos y familiares. Pero la conducta complaciente es contraproducente.
A final de cuentas con la gente que nos sentimos más a gusto es con la gente que sabe complacerse a si misma.

Siempre he dicho: “Si de niña me hubiesen dado una pistola yo hubiera matado con tal de lograr la aceptación de mi mamá. . . .” La niña que fui sentía que no merecía, sentía que no era suficiente nunca… jamás era suficientemente buena, obediente o capaz como a los demás les hubiese gustado.
Cristina

Comentaba Olga en consulta: nunca logre la aceptación de mi madre, me lo manifestaba con gestos, palabras y actitudes, y yo como una esponja lo absorbía, ahora yo me hago lo mismo que me hicieron; ahora yo me trato como no me gustó que me trataran. Y trato a los demás de la misma manera. Si hacen lo que yo quiero tienen mi aceptación, si no los castigo con mi abandono emocional.
“Siempre siento esta sensación que me ha acompañado toda la vida, de que nunca es suficiente. . .y que yo no merezco que me traten bien”

Deja de darles tanto poder a los demás, tú mereces amor y eres digno de ser amado así como eres.
“Tan solo porque la gente no haya estado contigo, tan solo porque ciertas personas no hayan sido capaces de demostrarte amor de maneras que si funcionaran, tan solo porque las relaciones hayan fracasado o se hayan agriado, eso no significa que no seas digno de ser amada, tu eres digno de ser amado. ¡Sí, tú! Has tenido lecciones que aprender. Y a veces esas lecciones te han lastimado…”
Melody Beattie

Pero no necesitas ser monedita de oro para darte amor y para saber que tú mereces lo mejor. Si lo que necesitas es cambiar tus creencias acerca de lo que mereces. Cámbialas.
Jorge: no se si terminar con mi mujer o no
Terapeuta: ¿Qué cualidades tiene?
Jorge: Bueno es alguien que trabaja, cumple con lo que queda, es amable, no es alcohólica...
Terapeuta: Bueno esas no son cualidades son características de la gente normal te mereces a alguien que no sea alcohólica tu no lo eres.
Y ¿Cómo te sientes con ella?
Jorge: ella me ha dicho hasta ahora que en realidad nunca estuvo enamorada de mi y que muchas cosas de mi no le gustan… No la veo contenta.
Terapeuta: Hazte la pregunta de si te mereces vivir así.

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