miércoles, 27 de enero de 2010

EL MIEDO: LO CONTRARIO AL AMOR

“El ego es literalmente un simple pensamiento atemorizante.”
Curso de milagros




El miedo solo puede venir del ego, nunca del amor. Así como la confianza o la fe solo pueden venir del amor, nunca del miedo. La función del ego es que tengamos miedo, como nos dice un curso de milagros (1976). pero solo puede tener miedo quien separa sus pensamientos del amor dando lugar así a creaciones profundamente falsas de la mente, entonces nuestro propio poder o nuestros pensamientos se vuelven en contra de nosotros mismos y, cuando esto sucede, cobra existencia todo un mundo irreal que nos lleva a alejarnos del amor y, entonces, automáticamente aparece el miedo.
Si alguien te agrede créelo es por que tiene miedo y en su mundo interno se está defendiendo o protegiendo.
Los demás están actuando en base a su propio conflicto interno al igual que nosotros. No te enganches y muy pronto veras cual es el conflicto que el otro trae con su propia vida. Pero si te “enganchas” no si te sientes triste o enojado (es sano validar el sentimiento pero no actuar en base a el .Ya lo explico en mi libro “Legado a Isabel”). Yo estoy diciendo si te dejas arrastrar y la otra persona te hace sentir como quiere entonces ya son dos quienes están mostrando tener problemas internos. Perdiste, le diste demasiado poder al otro. Claro que, no es posible nunca “engancharse” y el enojarse con alguien que te daño no quiere decir que estés enganchado, a veces quiere decir que eres ser humano y sientes y te dolió y estas poniendo un límite.

Lo contrario al amor es el temor. Lo contrario al amor es la enfermedad emocional, porque quien está “herido emocionalmente” no puede amar, ni puede establecer una relación sana. Los dos temores más grandes del ser humano son: el miedo al abandono (el miedo al compromiso es lo mismo) y el miedo a la vida.
El miedo a la vida se origina porque la humanidad misma no tiene un modelo adecuado para enfrentarla. El hombre actual no es el Neandertal, y ya ha aprendido a hacerse una vida más cómoda y placentera a nivel físico, pero apenas estamos iniciando el aprendizaje de cómo desarrollarnos psicológicamente. Todavía estamos en pañales en cuanto a saber cómo incorporar la espiritualidad a nuestra vida habitual. En realidad nadie nos ha enseñado cómo enfrentar la vida; nuestros padres nos han transmitido lo que ellos saben, y lo que saben es un poco más de lo que a su vez sabían sus padres.

Yo tardé muchos años en aceptar que tenía problemas con algunos miembros de mi familia de origen, en aceptar la parte obscura de nuestra relación, las envidias y los rencores. Una vez que lo logré, el siguiente paso fue intentar resolver esos problemas y aprender de ellos, para lo cual tomé muchos cursos. Lo que hice en tercer lugar fue perdonar y perdonarme, fue muy duro, pero lo logré. Pero luego venían nuevas heridas y era el cuento de nunca acabar, hasta que entendí que no podía ni debía poner mi vida en espera a que mi familia estuviera bien con sus emociones y finalmente entendí que perdón no es reconciliación, para ésta última se necesitan dos.
Cristina

El amor propio es lo primero que se pierde o no se aprende cuando el temor es lo que prevalece en una familia. Y cuando en una familia hay miedos no resueltos, carencias internas no sanadas vendrán los daños desde las incapacidades.
Por eso para trabajar el amor propio es importante que te “retomes a ti”, que regreses contigo misma, siempre, siempre regresa a ti.
A continuación te escribo unas reflexiones que pueden ayudar a lograr este objetivo.


Reflexiones:
Lunes: Si no te dedicaras a querer cambiar el curso de tu relación con tus familiares, ¿qué estarías haciendo de diferente manera en y con tu vida? Haz una lista de cinco ideas.

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