domingo, 13 de febrero de 2011

“Firmando el contrato: dando el SI. . .”

Después de una mañana de consultas recibo por última cita a Maite una adolescente
de cabello castaño claro, facciones finas y complexión delgada. Su mamá “la mando” a
terapia conmigo por mi trabajo con adictos, anoréxicas y otros trastornos obsesivos.
Su madre la descubrió fumando marihuana y ella estaba segura que su hija debido a
este hecho era ya una adicta consumada. Nada más lejano de la realidad era la primera vez
para Maite. Lo que si encontré y su madre no sabía pero Maite sí, es que padecía de
anorexia y bulimia.
A los 15 minutos de sesión donde Maite repetía con ironía las palabras de su madre:
“Las drogas te van a matar”, “¿que no les tienes miedo?”, “¿no tienes miedo de morir....?”
y al terminar de parafrasear las palabras de su mamá volteó y me miro: “Que no sabe que
no le tengo miedo a la muerte...”
En ese momento; que hasta después, lo entendí, como crucial en mis años de
terapeuta y también en lo personal. El rompecabezas mental unió las piezas. Comprendí....
Ya sabía que las drogas y la anorexia son una auto agresión, que son un suicidio lento, pero
lo que vi en toda su dimensión es que el adicto (incluyendo anoréxicas y otros trastornos
compulsivos) no le tiene miedo a la muerte de hecho, la están buscando. . .
Entonces me saco Maite de estos pensamientos con su pregunta: “¿tú sabes a que si
le tengo miedo?...”
Ahí estaba la última pieza del rompecabezas....
Lo supe en ese momento; su pregunta me hizo pensarlo.
Si, le dije
“¿a qué?” contesto Maite
“a la vida . . Te cuesta mas trabajo enfrentar la vida que la muerte...”
Eso viniste a buscar aquí.....y por eso no te has ido...
“sobrevives entre tus depresiones...”
Dejo de mirarme con ironía.
Continué: ”no sabes cómo vivirla y por eso necesitas de muletas para caminar, tu
anorexia es una muleta. Nadie te enseño amar a la vida. Te enseñaron a temerle y
necesitas muletas para caminarla...”
Vi como sus grandes ojos se abrían aún más.
“Por eso, es que no te fuiste de mi consultorio cuando tu madre te trajo aquí, estas
buscando. . . . . .”
Nadie nos enseña acerca de la vida. No nos entrenan para enfrentar los desacuerdos,
los sentimientos, el caerle mal a gente que nos importa, nadie nos dice de donde se saca la
fuerza para amanecer algunos días, como se aprende a decir adiós en las relaciones, etc....”
¿De dónde sacamos nuestras primeras ideas acerca de la vida?
“Como fue que no escuchamos o no nos dijeron la parte de que habría tristezas
solo la de que habría alegrías, entonces cuando nos pasa algo triste no sabemos que hacer. .
. ¿Pensamos que por que a nosotros? ¿Que hicimos para merecer esto?”
“Como si no hubiera estado escrito en el contrato de la vida. ¿Pero cual contrato?
¿Es que había que firmar algo?..”
El contrato de la vida decía que habría alegrías y tristezas también. . .
Maite había aprendido a negar la tristeza o a fugarse de ella. Y había aprendido a
culparse por algo que es parte del precio de vivir.
Habría que aprender que existe un contrato que se llama “la vida” que nadie nos
platico de él pero que es mejor saber de qué trata. Para no tomar lo que sucede como algo
personal.
En ese contrato dice que habrá alegrías y tristezas también, y no son ningún castigo.
Podemos aprender a tomarlas como parte de la vida ò podemos convertir la tristeza en
depresión y pensar que la vida la trae en nuestra contra.
Existe una diferencia entre tristeza y depresión. La tristeza es parte de la vida nos
trae aprendizajes, no nacimos siendo perfectos, es mucho lo que tenemos que aprender.
La depresión tiene como ingrediente principal la culpa; la culpa es una autoagresión.
La depresión no es parte de la vida es un mal manejo, una negación de los sentimientos.
Es como traer cargando un gran bulto en la espalda que no nos deja caminar. La
depresión está cargada de impotencia y de dolor y de una sensación de incapacidad para
seguir.
La tristeza es solo un sentimiento, puede estar en una época de la vida solo el
tiempo necesario acompañándonos a caminar y a crecer y después se va. . .
La depresión es un miedo a la vida o una falta de herramientas para vivir.
Necesitamos saber que existen dos maneras de vivir la vida:
La primera negando la realidad y todo lo que está incluido en el precio de vivir.
O la segunda adquirir los recursos para enfrentarla. lo cual implica trabajo, muchos
aprendizajes y la actitud adecuada. O dicho de otra manera tener el valor y tomar la
decisión de darle el si a la vida. Al final de este libro encontraras un contrato que te
platicara acerca de esto.
REFLEXION Y ANALISIS PARA LA SEMANA
1. -¿Has tenido esta sensación de no saber como enfrentar algunos problemas?
2. -¿En cuales áreas de tu vida sientes que te hicieron falta más recursos? Laboral,
emocional, trabajo en equipo, familiar, de pareja, relación contigo mismo, etc.
3. -Y ¿Cuales crees que puedan ser esos recursos? Tal vez no tengas muy claro cuáles son
pero si una idea de cuáles podrían ser. Anota lo que tengas aunque no esté muy claro, no
importa. Solo una idea para comenzar.
4. -¿Cómo te relacionas con la vida?, ¿Cuando te pasa algo te vas a la victima?, o ¿Te
aíslas?, o ¿T e pides perfección? O como enfrentas?
5. -¿Le pides a la vida que sea como una madre sobreprotectora? ¿Y te funciona esta
actitud?
6. -¿Cual crees que es la manera más sana para enfrentar la vida?

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